miércoles, 21 de marzo de 2012

El Efecto Comejen

El Efecto Comején


Por : TC de Artillería JOSE ANCIZAR HINCAPIE BETANCUR

En el fin de semana, cuando disfrutaba de un agradable descanso en mi apartamento, mi esposa me manifestó que “había comején y era necesario poner mucho cuidado por cuanto en sus labores de aseo había encontrado rastros y que si no actuábamos rápido nos iba a comer la madera, los muebles y todo lo que pudiera”.

Como en tantas otras veces no presté mucha atención, observé la madera que me mostraba y la vi buena, fue cuando me dijo que este “monstruo” no se veía y sólo nos enterábamos cuando la madera estaba consumida por dentro y entonces me preocupé. Decidí investigar un poco sobre el tema. Obtuve esta respuesta en Google.

“Comején Subterráneo: Este insecto establece su colonia debajo de la tierra y gana acceso al interior de las estructuras a través de las grietas que existen en el concreto, bloques o ladrillos, en busca de su fuente de alimento que es la celulosa que contiene la madera, el cartón o el papel. Es por este motivo, y por ser las colonias tan numerosas, es que el comején puede ocasionar daños considerables en un período corto de tiempo. Todo lo que contenga celulosa dentro de su propiedad es susceptible al ataque por el comején, como muebles, libros, cuadros, puertas, marcos de puertas, gabinetes de cocina, terrazas de madera, etc.”

Me pareció ver en este resumen de Google la situación que estamos padeciendo en Colombia, porque el comején que verdaderamente me preocupa es el que está carcomiendo por dentro las instituciones y entre ellas la que más he amado en mi vida: El Ejército.

A esta especie de comején lo identifico como la inseguridad jurídica que está afectando por dentro a la estructura de la fuerza pública y que tiene un nombre propio. El fuero militar Los ejemplos que relato a continuación son reales.Veamos

La pregunta la formuló un suboficial Comandante de Pelotón en el marco de un rentrenamiento llevado a cabo en Tolemaida en la campaña adelantada por el Comando del Ejército llamada FE EN LA CAUSA se la hizo a un distinguido miembro del Alto Mando, la oímos más de 100 personas:
“Mi General, en el hipotético caso que la guerrilla estuviera al frente y yo tuviera que atacarla, podrían ocurrir dos situaciones. La primera, que logre llegarles aprovechando todo el entrenamiento que tengo y darlos de baja entonces sería juzgado por la justicia ordinaria y seguramente voy a parar
a la cárcel por muchos años dejando a mi familia desamparada, y en segundo lugar si ellos me dan de baja por cumplir con mi deber también mi familia queda desamparada ¿Qué debo Hacer?”. atónitos escuchamos la respuesta del general, que fue una incoherente diatriba institucional, dada al suboficial después de muchos minutos de clamar al cielo por una respuesta. Esto ocurrió a mediados del año 2011 .

Un comandante de Brigada Móvil (me abstengo de decir su nombre por obvias razones) recibió una información de la ubicación precisa de un grupo de bandoleros de las farc, envió una unidad de contraguerrillas a verificar la información la cual era cierta. El Comandante de la Patrulla tan pronto estuvo cerca y verificar la certeza de la información, ordenó a sus soldados disparar al aire y con ello evitar el combate con el enemigo. Cuando se le llamó a descargos por su actuación manifestó “que prefería recibir esa recriminación a enfrentar 60 años de cárcel por darlos de baja.”

El comandante de una unidad de combate especial llegó al objetivo y lo informó a su superior y cuando recibió la orden de atacar el enemigo solicitó que se le dieran “las garantías jurídicas antes de hacerlo”, por supuesto el Comandante no podía comprometerse y la operación fue abortada

Las situaciones narradas se han vivido por los comandantes desde hace un tiempo y no son las únicas; todo hace ver que es una verdadera “pandemia operacional” la que se avecina generada por el temor al comején jurídico que crea pánico entre los combatientes que están en la montaña. La falta de definir lo relacionado con el fuero militar ha empezado a deteriorar el interior de las fuerzas militares, y el “efecto comején” está causando estragos en su estructura fundamental que es el combatiente.

Hay mas de 3.000 militares condenados a “cadena perpetua" en Colombia, una verdadera “masacre institucional” escuché que lo decía mi General Mora, quien trabaja en favor de esta causa, cada día un nuevo militar tiene que comparecer ante la justicia actual con la consciencia que no va tener un juicio equilibrado y justo en el marco de la Constitución y la Ley. Quizá los únicos que no van a tener que enfrentar este problema son los actores de los tres casos con los que referencio este escrito, quienes no por falta de valor y de entrenamiento incumplieron con su obligación, sino por que el Estado al que defienden no les ha dado un fuero y un marco legal que los ampare.

El tema de moda en Colombia es el Fuero militar, clara y meridianamente definido en el artículo 221 de la Constitución de 1991 y que tal vez se les “coló” a los legisladores del M-19, del EPL, de las FARC y de los narcotraficantes que la diseñaron; para aquellos pocos constitucionalistas reales que integraron esa asamblea, el fuero constitucional era muy importante para quienes ejercían cargos y funciones publicas que conllevara riesgos como es el caso de los jueces y otros funcionarios estatales y para funciones tan especiales como los de la fuerza publica, por eso lo escribieron claramente, pero los bandidos, que no descansan, vieron que era una necesidad intervenir este articulo y desde entonces empezaron su proceso para acabarlo.

Con la aplicación de “todas las formas de lucha” iniciaron lenta pero progresivamente su infiltración en la justicia y desde la base fueron formando sus propios cuadros que hoy después de más de 20 años produce magistrados capaces de torcerle el cuello a la justicia, como los que ya todo el pueblo colombiano conoce, para lograr “como el comején” derruir el Ejército y por ende el estado de derecho.

Cordialmente

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