domingo, 25 de marzo de 2012

Encadenado por un Compañero


Por: Teniente Coronel de Artillería JOSE ANCÍZAR HINCAPIE BETANCUR
 
He leído una y otra vez la carta que le envió el señor general Gutiérrez Isaza al presidente saliente de ACORE, refiriéndose al trato dado al señor General Rito Alejo del Río en donde un distinguido Almirante representando un alto cargo, ordena “esposarlo” para se conducido al Hospital Militar a recibir atención médica.
Para poder entender lo que quiero expresar debo transcribir la carta:

“Señor Mayor General
JUAN SALCEDO LORA
Presidente de ACORE
L.    C.
Señor Presidente:
En el día de hoy tuve la oportunidad de encontrarme en el Hospital Militar con el señor General DEL RIO, quien indignado me comentó que fue a los Cuarteles de la Policía Militar, un Almirante, no me mencionó su nombre pero sí su cargo, Inspector General de las Fuerzas Militares y dispuso que cualquier militar detenido que tenga que salir a cualquier diligencia, DEBE HACERLO ESPOSADO, no creo que él me estuviera mintiendo, pero sí le aseguro que me sentí indignado por el trato dado a nuestros antiguos compañeros, mucho de ellos, si no todos, se encuentran detenidos por servirle a su Patria y lo más seguro es que sean inocentes y víctimas de los FALSOS POSITIVOS DE LA JUSTICIA COLOMBIA.

De suceder lo anterior, nos estamos prestando para una nueva afrenta contra nuestras instituciones, tan caras a nuestros afectos.
En la misma forma, en el noticiero del mediodía, escuché que la señora TEODORA BOLIVAR (a. Piedad Córdoba), va a insistir ante el Vice-Ministro de Defensa para que se le conceda el permiso de visitar a los PRESOS POLITICOS DE LAS FARC que se encuentran en las cárceles, en compañía de Marlene Orjuela y demás miembros del grupo comunista “COLOMBIANOS POR LA PAZ”. De permitirle a estos señores y señoras y aceptar que hagan las citadas visitas, les estamos reconociendo a todos estos bandidos un fuero y una condición política, cuando solo son unos vulgares asesinos y terroristas.

Me pregunto: ¿usted como Presidente de ACORE, puede tratar esto con el Alto Mando y hablar en defensa de tantos detenidos inocentes?.

Usted puede en su condición de ACORE evitar que la señora TEODORA BOLIVAR, siga teniendo este protagonismo?.

Para todos los que tenemos una inteligencia apenas normal, esta terrorista pertenece al Secretariado de las FARC y deambula por el mundo, desprestigiando a Colombia, a su Gobierno y haciendo enlaces internacionales para su grupo.

Atentamente,
Mayor General MARINO GUTIERREZ ISAZA”.

Leer y releer esta carta me hace estremecer. No fueron pocas las veces en que fui trasladado de la misma manera, casi todas ellas por el enemigo ubicado en los entes de control que el Estado tiene para conducir las personas privadas de la libertad, y en algunas oportunidades por quienes nosotros denominamos “propias tropas”.

Cuando lo primero ocurría eran personas del INPEC o la FISCALÍA; uno sentía y sabía que el trato iba a ser degradante, recibido con toda la saña y toda la rabia con que se trata un enemigo, se solazaban de ello, eran felices mostrándonos a la prensa y a los ciudadanos del común como fieras que habían capturado aprovechando el “show mediático” servido para ellos en bandeja de plata por los periodistas. El sentimiento de angustia y dolor era inenarrable, además de la vergüenza personal. Para poder sobrellevarlo era necesario recurrir a todo el valor posible y esperar paliarlo con la familia en la primera oportunidad posible ya que ellos eran quienes mejor lo entendían. Sabía de donde y el porqué de este trato, rogaba por que nadie más de mi Ejército lo recibiera y también por poder llegar al final con el espíritu y el alma indemne y sin heridas que hicieran sentir dolor y angustia por el odio producido.

Otra cosa ocurría cuando este mal trato provenía de miembros del Ejército en el ejercicio delegado de responsabilidades inherentes al Código Penitenciario y Carcelario. Infortunadamente no hubo una, sino varias personas de las que recibí un trato indigno y degradante, podría relacionarlos con sus nombres y grados, pero no lo hago para  elevarme por encima de la bajeza que ellos emplearon conmigo.

Cada vez que uno de aquellos personajes procedió en mi contra, sentí rabia, angustia y sobre todo desconcierto. Nunca pude entender su conducta, lo único que se me ocurrió pensar era que de alguna manera tenían vínculos con las FARC o el ELN, o cualquier otro grupo delincuencial; su comportamiento era el típico actuar de los bandidos, su rabia expresada contra nosotros no permitían pensar otra cosa; en aquel tiempo lo manifesté a diferentes Comandantes de distinto grado, casi siempre lo único que obtuve fue el silencio y la permanencia del funcionario en el cargo. Hubo uno de ellos que permaneció ejerciendo su abuso dos años consecutivos, 2005 y 2006, nunca fue objeto de alguna recriminación, por el contrario, aplaudían su actuar, otro de ellos seguramente espera su ascenso por el trato indigno y vil que dio a los internos del CRM de Tolemaida el año anterior.

Duele verdaderamente en el alma recibir un abuso de sus propios compañeros, por esto sé que siente mi General Del rio, lo comprendo en todo su dolor y angustia, no hay manera de comprender como un héroe de su talla es encadenado por un compañero.
Conocí a mi General el año de 1986 en Medellín, tuve la sin igual experiencia de estar bajo su mando en Suroeste de Antioquia y Bajo Cauca, combatiendo a los bandidos del EPL; también juntos nos correspondió enfrentar las bombas de Pablo Escobar, posteriormente recibí su apoyo desde el Departamento 1 en mi labor como comandante del Batallón Tenerife, tuve el gratísimo honor de ser recibido en su casa para comentarle de mi problema, me escuchó con atención y me ofreció su apoyo y por último desde mi prisión lo vi caminar con gallardía y valor a enfrentar las acusaciones de los enemigos de la patria. Mi admiración y mi respeto por este hombre serán por siempre.
Ojalá la carta del Señor General Gutiérrez sea recogida por el Señor General Ruiz Barrera, para quien trabajamos en el ya lejano 88 y 89, y desde la Presidencia de ACORE llegué hasta el alto mando para que desde allí se prevengan acciones como la del Almirante que se menciona. Muy seguramente este Dignísimo oficial, por andar preparando el orden público del reinado de Cartagena, no se ha dado cuenta que, si la guerra la perdemos, para él también habrá una obscura mazmorra en un frío y maloliente ERGÁSTULO diseñado por los enemigos del Ejército y de la Patria.     
Cordialmente

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