Por: Teniente Coronel de Artillería JOSE ANCÍZAR HINCAPIE BETANCUR
He leído una y otra vez la carta que le envió el señor
general Gutiérrez Isaza al presidente saliente de ACORE, refiriéndose al trato
dado al señor General Rito Alejo del Río en donde un distinguido Almirante
representando un alto cargo, ordena “esposarlo”
para se conducido al Hospital Militar a recibir atención médica.
Para poder entender lo
que quiero expresar debo transcribir la carta:
“Señor
Mayor General
JUAN SALCEDO LORA
Presidente de ACORE
L. C.
Señor Presidente:
En el día de hoy tuve la oportunidad de encontrarme en el Hospital
Militar con el señor General DEL RIO, quien indignado me comentó que fue a los
Cuarteles de la Policía Militar, un Almirante, no me mencionó su nombre pero sí
su cargo, Inspector General de las Fuerzas Militares y dispuso que cualquier
militar detenido que tenga que salir a cualquier diligencia, DEBE HACERLO ESPOSADO, no creo que él
me estuviera mintiendo, pero sí le aseguro que me sentí indignado por el trato
dado a nuestros antiguos compañeros, mucho de ellos, si no todos, se encuentran
detenidos por servirle a su Patria y lo más seguro es que sean inocentes y
víctimas de los FALSOS POSITIVOS DE LA
JUSTICIA COLOMBIA.
De suceder lo anterior, nos estamos prestando para una nueva afrenta
contra nuestras instituciones, tan caras a nuestros afectos.
En la misma forma, en el noticiero del mediodía, escuché que la señora TEODORA BOLIVAR (a. Piedad Córdoba), va
a insistir ante el Vice-Ministro de Defensa para que se le conceda el permiso
de visitar a los PRESOS POLITICOS DE LAS
FARC que se encuentran en las cárceles, en compañía de Marlene Orjuela y
demás miembros del grupo comunista “COLOMBIANOS
POR LA PAZ”. De permitirle a estos señores y señoras y aceptar que hagan
las citadas visitas, les estamos reconociendo a todos estos bandidos un fuero y
una condición política, cuando solo son unos vulgares asesinos y terroristas.
Me pregunto: ¿usted como Presidente de ACORE, puede tratar esto con el
Alto Mando y hablar en defensa de tantos detenidos inocentes?.
Usted puede en su condición de ACORE evitar que la señora TEODORA BOLIVAR, siga teniendo este
protagonismo?.
Para todos
los que tenemos una inteligencia apenas normal, esta terrorista pertenece al
Secretariado de las FARC y deambula por el mundo, desprestigiando a Colombia, a
su Gobierno y haciendo enlaces internacionales para su grupo.
Atentamente,
Mayor General
MARINO GUTIERREZ ISAZA”.
Leer y releer
esta carta me hace estremecer. No fueron pocas las veces en que fui trasladado
de la misma manera, casi todas ellas por el enemigo ubicado en los entes de
control que el Estado tiene para conducir las personas privadas de la libertad,
y en algunas oportunidades por quienes nosotros denominamos “propias
tropas”.
Cuando lo
primero ocurría eran personas del INPEC o la FISCALÍA; uno sentía y sabía que el
trato iba a ser degradante, recibido con toda la saña y toda la rabia con que se
trata un enemigo, se solazaban de ello, eran felices mostrándonos a la prensa y
a los ciudadanos del común como fieras que habían capturado aprovechando el
“show mediático” servido para ellos en bandeja de plata por los periodistas. El
sentimiento de angustia y dolor era inenarrable, además de la vergüenza
personal. Para poder sobrellevarlo era necesario recurrir a todo el valor posible
y esperar paliarlo con la familia en la primera oportunidad posible ya que ellos
eran quienes mejor lo entendían. Sabía de donde y el porqué de este trato,
rogaba por que nadie más de mi Ejército lo recibiera y también por poder llegar
al final con el espíritu y el alma indemne y sin heridas que hicieran sentir
dolor y angustia por el odio producido.
Otra cosa
ocurría cuando este mal trato provenía de miembros del Ejército en el ejercicio
delegado de responsabilidades inherentes al Código Penitenciario y Carcelario.
Infortunadamente no hubo una, sino varias personas de las que recibí un trato
indigno y degradante, podría relacionarlos con sus nombres y grados, pero no lo
hago para elevarme por encima de la
bajeza que ellos emplearon conmigo.
Cada vez que
uno de aquellos personajes procedió en mi contra, sentí rabia, angustia y sobre
todo desconcierto. Nunca pude entender su conducta, lo único que se me ocurrió
pensar era que de alguna manera tenían vínculos con las FARC o el ELN, o
cualquier otro grupo delincuencial; su comportamiento era el típico actuar de
los bandidos, su rabia expresada contra nosotros no permitían pensar otra cosa;
en aquel tiempo lo manifesté a diferentes Comandantes de distinto grado, casi
siempre lo único que obtuve fue el silencio y la permanencia del funcionario en
el cargo. Hubo uno de ellos que permaneció ejerciendo su abuso dos años
consecutivos, 2005 y 2006, nunca fue objeto de alguna recriminación, por el
contrario, aplaudían su actuar, otro de ellos seguramente espera su ascenso por
el trato indigno y vil que dio a los internos del CRM de Tolemaida el año
anterior.
Duele
verdaderamente en el alma recibir un abuso de sus propios compañeros, por esto sé
que siente mi General Del rio, lo comprendo en todo su dolor y angustia, no hay
manera de comprender como un héroe de su talla es encadenado por un compañero.
Conocí a mi
General el año de 1986 en Medellín, tuve la sin igual experiencia de estar bajo
su mando en Suroeste de Antioquia y Bajo Cauca, combatiendo a los bandidos del
EPL; también juntos nos correspondió enfrentar las bombas de Pablo Escobar,
posteriormente recibí su apoyo desde el Departamento 1 en mi labor como
comandante del Batallón Tenerife, tuve el gratísimo honor de ser recibido en su
casa para comentarle de mi problema, me escuchó con atención y me ofreció su
apoyo y por último desde mi prisión lo vi caminar con gallardía y valor a
enfrentar las acusaciones de los enemigos de la patria. Mi admiración y mi
respeto por este hombre serán por siempre.
Ojalá la
carta del Señor General Gutiérrez sea recogida por el Señor General Ruiz
Barrera, para quien trabajamos en el ya lejano 88 y 89, y desde la Presidencia
de ACORE llegué hasta el alto mando para que desde allí se prevengan acciones
como la del Almirante que se menciona. Muy seguramente este Dignísimo oficial,
por andar preparando el orden público del reinado de Cartagena, no se ha dado
cuenta que, si la guerra la perdemos, para él también habrá una obscura
mazmorra en un frío y maloliente ERGÁSTULO
diseñado por los enemigos del Ejército y de la Patria.
Cordialmente
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